HISTORIA DE LA ESCOLTA DE CABALLERÍA DEL GENERAL DEL ALARDE DE SAN MARCIAL DE IRUN
En el contexto de la Guerra de la Independencia, el 31 de agosto de 1813 se dio la II Batalla de San Marcial. En esa batalla, se incorporaron los denominados “voluntarios de Gipuzkoa” quienes engrosaron las filas de Mina “el viejo”. Contaron con una caballería ligera en la que muchos de sus integrantes procedían de Irun.
Desconocemos con exactitud la fecha en que la Caballería formó por primera vez en
los Alardes, a continuación citamos algunas de las referencias escritas más antiguas
que conocemos:
• En 1848 en un escrito del Archivo Municipal de Irun, se cita la presencia de
“Caballería en el Alarde”.
• En el año 1850 se da “cuenta de refrescos del día de San Marcial para los
individuos del Ayuntamiento y la Caballería y raciones de pan y vino para la
demás gente del Alarde”.
• Nuevamente “en 1854 componen el desfile de San Marcial 120 personas, con
tres cantineras, Estado Mayor, música y Caballería” (Irun contaba entonces
con 1.500 habitantes).
• En la década de 1850 a 1860 dice de la “formación del Estado Mayor: El
Síndico mayor en el Teniente General, en el resto de componentes figuran el
boticario y algún concejal, junto con un piquete de caballería al mando de un
Cabo, lucen vistosos uniformes”.
• En 1860 hay una factura de gastos emitida por la cantina del monte de San
Marcial al Ayuntamiento de Irun, "por los almuerzos que se dieron a los paisanos
que formaron la Caballería, en la procesión del día de San Marcial" por importe
de 470 reales de vellón.
• Así mismo, en el Archivo Municipal de Irun, se encuentran diversos documentos
que reflejan diferentes gastos efectuados “para uniformar la Caballería que
acompañó o formó parte del alarde del día de San Marcial del presente año”,
se refiere este año a 1.862. Curiosamente leemos en alguno de ellos “... por
confección de lanzas y banderolas, (armas que portaban en aquella época),
por confección de 8 mantillas, etc.”.
En 1.921, se produjo un incendio en los almacenes municipales donde se guardaban
entonces los uniformes, por dicho motivo desfilaron hasta el año de 1.944 con el mismo
uniforme que usan el día 29, durante la Revista de Armas. Fue el irunés José Iribarren
Cavanilles, quien en 1.945 se ocupó de investigar y posteriormente dibujar los uniformes
de Caballería tomando como modelo los anteriormente conocidos y así se
confeccionaron los que actualmente se usan:
• En la Revista de Armas del día de San Pedro de vestirá boina roja, camisa
blanca de manga larga, corbata roja, chaqueta negra, pañuelo rojo en el
bolsillo superior izquierdo de la chaqueta, pantalón de montar beige, botas de
montar negras lisas y guantes marrones.
• En el Alarde de San Marcial se vestirá guerrera blanca marfil con bocamangas,
cuello, cinco alamares y vivos en color Azul y botones dorados, pantalón azul
con franjas verticales blancas en doble alineación situadas en los laterales,
boina roja, guantes blancos, botas de montar negras lisas, cinturón blanco con
hebilla reglamentaria y sable que preferiblemente deberá ser ligeramente
curvo
.
Por otros escritos conocemos que ésta unidad se denominaba "Escuadrón de
Caballería", pero sería más tarde cuando adoptaría la denominación completa actual
“Escolta de Caballería del General del Alarde de San Marcial de Irun”. Tal y como lleva
implícito en su nombre, es la Escolta del General del Alarde. La componen 20 soldados
titulares, suplentes y un número variable de aspirantes en la proporcionalidad que
marca el Reglamento de Régimen Interno.
Ostenta el mando directo de la Escolta: un Capitán elegido por la Escolta así mismo
son mandos de la Escolta un Teniente y un Alférez y nombrándose cada año un
Sargento y un Cabo como acompañantes de la Cantinera, siendo el resto de la
formación soldados en cinco filas de tres en fondo.
Para formar parte en la revista del día de San Pedro así como en el Alarde de San
Marcial, los componentes de la Escolta deben acreditar un determinado nivel de
monta que debe ajustarse a las exigencias del desfile.
Las labores que conllevan la pertenencia a esta unidad, implican sacrificio ya que son
pocos para realizarlas; adecuación de las cuadras, carga y transporte de la hierba y
de los animales, etc.
Sacrificio, placer, ilusión y porque no orgullo, son los ingredientes que tanto la Escolta
como los demás integrantes del Alarde utilizan para preservar el legado de nuestros
antepasados y que han contribuido a formar parte de nuestra historia.